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El arrogante juez Stefan Mortensen es casi fatal y lo paralizó parcialmente y lo encerró en una casa de retiro. Mortensen resistente a los empleados y lejos de su amigable compañero de cuarto y pronto conoce a un Dave Crealy, aparentemente suave y local, que aterroriza en secreto la casa con un juego sádico llamado “La regla de Jenny Pen”. Mientras trata con su muñeca de demencia como un instrumento de crueldad. Lo que comienza como la agonía de un niño degenera rápidamente los incidentes aterradores e inquietantes. Si los argumentos de la persona al personal no tienen respuesta, lo recogen para poner fin al horror de Crealy.
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